Retoque creativo en vídeo 360: un paso más allá

En Superlumen os venimos hablando sobre los diferentes usos de la realidad virtual y los campos a los que se está aplicando. Hoy os queremos hablar del retoque creativo dentro del proceso de producción de los vídeos 360 y de cómo podemos llevarlo a cabo, así que coged vuestra cámara(y una botella de agua que hace mucho calor) y acompañadnos en este paseo.

El vídeo 360 se está orientando sobre todo o bien a la producción de vídeos en los que los aficionados muestran sus intereses, como viajes o deportes de aventura, o bien a la producción de películas, contando ya con un mayor presupuesto.

Pero lo cierto es que el vídeo 360 ofrece muchas posibilidades aún por explorar y podemos decir que es ya una herramienta con un enorme potencial para ser usada en el ámbito profesional, como decíamos en nuestro artículo sobre los tours virtuales para el sector inmobiliario.

Según un reciente estudio llevado a cabo por Google, utilizar un vídeo 360 para promocionar productos o eventos no solo estimula a los usuarios para interactuar con la marca, sino que además aumenta significativamente las suscripciones, el sharing y el interés del usuario por ésta.

Más allá del debate sobre si este fenómeno se debe a la novedad o a lo espectacular de estos vídeos, nosotros estamos convencidos de que su aplicación va a crecer a nivel exponencial -durante los próximos tiempos y tenemos que poner a punto nuestra creatividad para aprovecharlos al máximo.

Vídeo 360: la creatividad por explorar

El retoque creativo combina la creación del vídeo 360 con el arte, de forma que se retocan las imágenes añadiendo efectos que las transformen o que acentúen su belleza para producir ciertas sensaciones en el público. Es un trabajo que va más allá del simple retoque para embellecer; busca efectos que superen los límites de nuestra imaginación. Como podemos imaginar, esto tiene grandes posibilidades por ejemplo en el ámbito de la publicidad.

Los tres pilares del retoque creativo para vídeos 360

Como venimos diciendo, el vídeo 360 tiene mucho que ofrecer para diferentes usos; a la hora de trabajar el retoque creativo en cualquier proyecto de vídeo 360 se deben llevar a cabo básicamente tres procesos: retoque estructural, flujo de trabajo con software (workflow) y alisado (grading).

Retoque estructural

El retoque estructural se refiere esencialmente al trabajo de stitching o cosido, es decir a cuadrar las imágenes de forma correcta para que no haya imperfecciones en el vídeo. Sobre este proceso hablamos en un artículo reciente; aunque es un trabajo que se hace principalmente con software específico, es necesaria una revisión detallada si queremos conseguir un resultado perfecto, ya que puede ocurrir que los algoritmos del software no estén correctamente alineados, produciendo imperfecciones aunque sean casi imperceptibles.

Workflow con software

A la hora de comenzar a trabajar con vídeos 360 lo ideal es conocer bien todo el proceso de producción desde el principio al resultado final; de esta forma tendremos en nuestras manos la posibilidad de corregir problemas que surjan en cualquier momento de todo el proceso, llegando así a un resultado final de calidad.

El trabajo con software es fundamental para montar vídeos 360, y cuanto más conocimiento tengamos de los diferentes programas que se usan, mejor podremos desenvolvernos. Actualmente los programas más populares para trabajar en esta línea son Autopano, Lightroom, Premiere, AfterEffects y Photoshop. Llevando a cabo una combinación adecuada para exprimir cada uno de ellos al máximo podremos conseguir un resultado sobresaliente y dejarnos llevar por nuestra creatividad para introducir distintos elementos.

Retoque creativo en vídeo 360: un paso más allá

Mood and Grade (alisado, nivelado, gradación)

El grading es también esencial para los vídeos 360, al igual que para las imágenes. Mediante la introducción de ciertos efectos se pueden conseguir vídeos 360 únicos, que combinen la realidad con el arte, produciendo sensaciones especiales en el usuario, lo cual tiene muchas posibilidades.

Este proceso abre muchas posibilidades para el trabajo artístico, ya que permite por ejemplo atenuar o avivar los colores para dar un toque al vídeo que vaya en la línea de lo que se quiere transmitir, o introducir elementos accesorios que doten de un significado más profundo a las imágenes.

Como vemos las posibilidades en este campo son múltiples, y por el momento apenas estamos empezando a imaginar cómo pueden ser los vídeos 360 del futuro próximo, en los que la realidad será complementada con la “imaginación virtual”. La posibilidad de crear este tipo de vídeos originales y de conseguir que otras personas los “vivan” es sin duda algo muy novedoso e interesante.

Desde Superlumen estamos trabajando en la vinculación entre arte y realidad en 360 porque creemos que es una opción apasionante y con millones de posibilidades. Síguenos en el viaje si quieres ir conociendo los avances en este campo.